Su obra nace a partir de los objetos rotos, aquellos que han perdido su función original, esos que han sido abandonados una vez perdida su capacidad de renovación. Cada gesto de coleccionar estos objetos rotos está ligado a una práctica de carácter ritual heredada de mi abuelo materno, como también mi experiencia personal como ser social en un contexto donde, debido a la precariedad y las necesidades materiales, el reciclaje y la reutilización se hacen parte de la sobrevivencia cotidiana.
El azar mezclado con una búsqueda casi inconsciente de estos objetos y sucesos transforman los procedimientos de lo cotidiano en una puesta en escena de instalaciones, pinturas, environments y stop motions que le terminan otorgando una vida “útil” y de reflexión dentro del mundo del arte. Convirtiéndose todo lo que hago en una búsqueda optimista de la conciliación del ser humano con su entorno.