El toro por las astas

Desde otras fisionomías 

En poco más de quince años de haber egresado de la Universidad de las Artes, Niels Reyes (Santa Clara, 1977) ha logrado condensar sus inquietudes creativas y encauzarlas hacia la creación de un estilo propio. Sus obras pictóricas, donde el retrato deviene leitmotiv para horadar en los intersticios de la condición humana, no necesitan presentación; son por sí mismas su sello identitario.
Una vista a vuelo de pájaro por su trabajo da cuenta cómo se ha valido de este género pictórico de tan vieja data para, desde una reinterpretación que explora _y explota_ el hecho plástico, formular sus tesis; las cuales han pretendido, como escalpelo, diseccionar psíquicamente a sus personajes hasta transparentar en ellos _o a partir de ellos_ diversas intersubjetividades.
Mas, el haberse consolidado en una manera de abordar el ejercicio plástico, tanto formal como temáticamente, no restringe su afán de búsqueda y experimentación; sine quan non del proceso creativo en los predios del arte. Su producción artística más reciente revela tal interés por explorar otras visualidades a tono con sus ansiedades y preocupaciones actuales; las cuales entroncan con una sensibilidad colectiva relacionada con las particularidades de nuestro macroentorno.
De tal suerte, este replanteamiento de los códigos visuales que componen su universo creativo marca, sino el inicio de una nueva etapa, sí un periodo de transición en su trabajo.
En el orden formal sus obras han experimentado variaciones que van desde la plasticidad que caracterizaba sus paisajes humanos, donde la multiplicidad de colores y texturas construían una superficie densa, cuasi-volumétrica; hasta soluciones marcadas por la economía de recursos, donde la paleta de colores se reduce considerablemente. Figuraciones igual de sintéticas, depuradas, e incluso fragmentadas, van construyendo su nueva propuesta visual.
Al realizar un rápido paneo por obras como “La letra del año”, “Out”, “Danza del golfo”, “Arquitectura del poder” y “Summer colors”, se divisa cómo los sujetos representados en ellas se despersonalizan producto de la estilización de sus rasgos, se expanden los encuadres hasta contemplar grupos humanos y/o animales _los cuales tropologizan cuestiones inherentes al individuo_, y se minimizan las formas hasta llegar a soluciones estéticas que coquetean con la abstracción; bien por la reiteración del motivo, que da lugar a composiciones quebradas, o por su tratamiento primitivo, desprovisto de detalles.
En estos trabajos se perciben reminiscencias de la estética de exponentes modernos de la talla de Tarsila do Amaral y Fernand Léger. Y es que el artista, para proyectarse en su presente, vuelve su mirada a la Historia del Arte o, más específicamente, a la tradición vanguardista de la primera mitad del siglo xx, e incluso; reconecta con elementos discursivos abrazados en los inicios de su trayectoria artística _como el empleo del motivo tipográfico en sus composiciones_.
Con este ejercicio de retroalimentación vigoriza el potencial anecdótico de sus textos artísticos; potencial que reside, no ya en las microhistorias que sugieren sus rostros, sino en las atmósferas situacionales en las que sus personajes _dotados por demás de acción_ se ven irremediablemente envueltos.
La resolución en el acto del protagonista de “El toro por las astas” resume ese espíritu de cambio latente en las nuevas producciones artísticas de Niels; metáfora visual del gesto de ruptura que preconiza su autor hacia una estética que ha caracterizado su proceso creativo en los últimos tiempos.
No obstante, sus recientes trabajos, más que certezas, proponen caminos de exploración; deviniendo ensayos de posibles maneras de abordar el hecho pictórico que estén en sintonía con sus inquietudes estéticas y contextuales.

Curaduría y palabras: Arianna Covas

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