La exposición se presenta como un ensayo, una manera libre de abordar determinado tema y una voluntad de estilo para expresarlo. El conjunto de obras nacen, en parte, de impresiones sobre las “ideas de forma” del escritor Witold Gombrowicz. La necesidad innata de desarrollar la forma siempre inconclusa es lo que Gombrowicz llama “el imperativo de la forma”
Cada forma iniciada exige un complemento, y en esta actividad, voluntaria o involuntaria, se genera el proceso de trabajo. En estos términos, una obra es el proceso de trabajo que pueda generar. Así “White noise” ha sido una obra matriz, de la cual ha salido el grueso de la exposición. Su proceso de trabajo generó un movimiento de ideas, formas, y una decantación autónoma de las mismas, quedando muchas inconclusas y demandando su propio desarrollo. No siempre esta operación es constructiva, a veces lo que impera es la degradación de la forma.
Lo importante es el desarrollo de la forma plástica, su construcción o socavamiento.