Las estructuras, capturadas en soportes tan variados como puede ser el pladur color verde veneciano y en las instalaciones tridimensionales, son exaltadas como entidades vivas, respiratorias, portadoras de historia y, al mismo tiempo, escenarios del presente. Cada ventana, cada escalón y cada arco no solo son parte de un edificio, sino símbolos de los ciclos de construcción y destrucción, de memoria y olvido.